TODO PARA EL PUEBLO
El monarca hablando sobre el pueblo a
quien apenas deja hablar, dirigiéndose a él con una generalización establecida
por sí mismo y una brusquedad, de las que quizás, o no, luego se arrepienta.
Pero cualquier país sabe que las disculpas no ponen juntas de nuevo los trozos
de un plato.
Y como siempre, la única motivación pasa a ser cumplir
como pueblo para poder huir del reino cuanto antes. Mientras, fingir la falta
de humanidad que clama existir, porque después de años de tiranía, guerras
civiles e historias medievales de amor, el pueblo sabe que es la mejor defensa.
Ya queda poco, pero es tanto tiempo que las prendas
desgastadas que los sastres han cosido para los días de frío se empiezan a
confundir con la propia piel y parecen ser dificiles de quitar porque apenas se
diferencia.
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