Lo que jamás pasó.
Puede no haber algo más bello que el cariño. El cariño es
belleza.
De hecho, algo bastante superior.
Esta vez, el cariño incluso se impuso a muchas otras cosas,
alentado por el valor que genera cierta estupidez. Un pequeño paréntesis en las
vidas de cada uno. Un bonito recuerdo de algo que nunca llegó a existir. Todo
lo que cabe en un paréntesis donde cada palabra escrita se convierte en un
tabú.
Que el recuerdo no puede morir, que no quiere morir y que me
niego a querer lo contrario.
Qué vueltas dan los recuerdos.
Enamorarse por un día es amor real. Que al día siguiente ya
no exista, irónicamente, lo hace más real. Y espero que en otra ocasión,
quizá, ella vuelva a poner su anillo sobre una mesa para recogerlo después, y
que me pueda volver a enamorar sólo por un día, sólo por un día. Y que ese día
vuelva a no haber existido nunca al día siguiente.
La felicidad se compone sólo de instantes, y me niego a
olvidarme de ninguno de ellos, son breves y escasos.
Corre, escribe algo sin sentido antes de que el recuerdo
huya de verdad y la verdad ya no exista y ya no sea el secreto de ninguno.
Tan amante de la emoción como yo. Yo, tan amante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario