26 de Agosto de 2014

Tras este agosto de historias y desilusiones
seguiré prefiriendo la poesía
al descaro,
aunque toda sea mentira
y yo sea el raro.
Aun así
me da rabia.
Porque creo que no consigo enfocar
esta foto de mis sentimientos
                             (que prometo no tener).
Aun así
me das rabia.
Porque insisto en recordarme algo
que era imposible
y, en contra de todo,
pasó.
Si pudiera
cambiaría el objetivo
              [de mi cámara de tinta y emociones.
Si pudiera
olvidaría ese recuerdo
o lo convertiría en presente.
Y tú, que puedes cambiar lo que quieras,
ni si quiera tienes cámara
y los recuerdos te dan igual,
en vez de rabia.

19 de Agosto de 2014

Querida hija de puta:

Volviste a aparecer
cuando nadie aparece:
otra vez.

Esta vez,
yo sabiéndolo;
tú, radiante;
yo, jodido;
tú ya no sé.

Como el niño
que me llamas
te espero:
idiota.

Idiota tú
por tener el detalle
de prometer
que quizá
volverías.

Y mentir.

Agosto de 2014

Un verano más,
vuelvo a ser el débil que echa de menos.
Un verano más,
ninguna de las estrellas que vi te habrían colocado delante
si lo hubiera pedido
como un deseo.

Ni si quiera se me habría ocurrido.
Y una vez más
exprimo mi razón intentando averiguar
si merece la pena
destrozar la acepción de platónico
que sólo cobra significado cuando antes pone amor.


Te gustaría saber que aún sigues amagando besos
en mis recuerdos.
Esos que insisto en retener
porque no tengo
ni tanta imaginación,
ni tanta suerte
como para que vuelva a pasar,
o para inventármelo.

Te gustaría saber que me jode
y me encantaría ver como disfrutas.
Y no te has olvidado de mí.
Y me llamas.
Hija de puta.

Quizá

"Quizá tú no me viste,
quizá nadie me viese tan perdido,
tan frío en esta esquina. Pero el viento
pensó que yo era piedra
y quiso con mi cuerpo deshacerse.

Si pudiera encontrarte,
quizá, si te encontrase, yo sabría
explicarme contigo.

Pero bares abiertos y cerrados,
calles de noche y día,
estaciones sin público,
barrios enteros con su gente, luces,
teléfonos, pasillos y esta esquina,
nada saben de ti.

Y cuando el viento quiere destruirse
me busca por la puerta de tu  casa.

Yo le repito al viento
que si al fin te encontrase,
que si tú aparecieses, yo sabría
explicarme contigo."

Luis García Montero 

11 de Agosto de 2014

Otro amanecer más a la colección de excusas.

Otro amanecer andando sin creerme,
una vez más,
lo que ha pasado.
Temiendo lo que pueda pasar.

Yo, callado por la duda toda la víspera del último de la colección.

Ella, «jodida y radiante».
Más radiante que jodida.
Intentando compartir su rabia
y puede que ignorando todo lo evidente,
que es el resto.

Jodida y curiosa
no pregunta por orgullo.
Y yo callo, miro, y sonrío.

A ella empieza a darle igual:
juega conmigo.
Cuánto más juega, más jodida, y yo con ella.

Algo tiene ese juego. Que quiero que ganemos los dos.

21 de Julio de 2014

Hace tiempo que renuncié a mis sentimientos.
Hice un pacto conmigo mismo, el diablo, con el fin de no molestarme. Y ahí estoy yo, encerrado. Y a veces puedo sentirme llorando, empujando desde dentro y casi consiguiendo asomarme al exterior de mí en forma de lágrimas. Pero es un pacto difícil de romper.

El veneno de ciervo es lo único que, al parecer, y de manera muy patética,  ha conseguido deshacer las rejas del infierno que he creado y ha dado paso al exterior al lamentable corazón que una vez tuve y he condenado a morir de asfixia.

20 de Julio de 2014

Y allá voy. ¿A dónde? ¿Volviendo de dónde?
¿De qué?
De todas maneras el que vuelve no es para todos el mismo que fue, o el que estuvo. Quizá no supo serlo.

En su línea, supongo.

Es irónico el filtro de mis ojos, y que sean los suyos los que no lo ven todo claro. Me quejo, a sabiendas de que no soy nítido de ver.
Y una vez más vuelve a ser el pasado. Son mis propias huellas las que voy pisando, pero esta vez más fuerte. Y aun así camino inseguro sobre esa seguridad.

Si encuentro una rosa sin complejos, son todos míos.

En realidad no sé qué queda de mí. No sé qué ha sido de mí.

19 de Julio de 2014

Es lo que tiene lo animal del ser humano, que tanto odio, tanto como lo más humano.

Que aunque me encanta revivir, no me cuesta hacerme capaz de seguir coleccionando amaneceres por mi cuenta si no estás.

O acompañado.

Para cuando faltes, supongo.

Pero ya sin echarte del todo en falta, si en algún momento me creaste necesidad.

Julio de 2014

Cierra los ojos, escucha bien y sal de la tierra.

Mintamos a todo el mundo hasta que nosotros mismos empecemos a asumir la verdad.

7 de Julio de 2014

Todo el pasado pasado y cambiado, del que no queda nada en absoluto. No sé si era consciente de ser feliz. No sé si es un engaño del subconsciente, el sistema de supuesta autodefensa que se supone que sólo deja los buenos recuerdos, ese que parece estar causando lo contrario.

Añorar es sufrir. Todo lo que veo es bonito, fue bonito, pero ya no es. Ya no puede ser. Y esas cosas, detalles, que aún no sabía, que iba a saber, y ya nunca sabré.

Qué irónico. Dani no estaba muerto, estaba de parranda. Y es que a veces no estoy muerto.

Que alguien me recuerde qué echo de menos.

Que alguien  me recuerde que te echo de menos.

Que alguien me recuerde que echo de menos.

Así, sin complemento directo. Echo de menos.

6 de Julio de 2014

Y a mí me llamas impredecible, después de besarme con el corazón aparentemente en su sitio. ¿Y si lo estaba?

El primer amanecer fue sin querer y sin embargo aquí estamos, buscando cumplir amaneceres en contra de todo. Y de cada uno espero el último. Y el impredecible resulto ser yo.

4 de Julio de 2014

Hoy, con su anillo todavía puesto, supuestamente, he visto en medio del frío el calor del amanecer con su sonrisa casi siempre más poderosa que su voluntad.  Yo me llevo la mía a casa, escondida por si alguien quiere quitármela.

“Aquí no tienes nada que hacer”.

Ya veré, no pensé.

Me superé.

Nuevo yo.

Tuyo, mío

Junio de 2014

Vanguardismo

Me gusta tanto la noche porque me hace más yo. Aunque me tengo más miedo que a nada.

Me ha parecido oírte susurrando mi nombre mientras escuchaba tu canción favorita.


La noche me hace más yo.
La noche me recuerda a ti.
La noche me hace más yo.
La noche me aleja de mí.

Tu miedo me hizo huir. Tu miedo.

Su falta me atrapó.

Y a ti que hoy me miras así, de esta manera, la de siempre.

Y yo, como siempre, a eso no me resisto. Pero por fuera, sí. Porque suficiente.

Y su boca me dice que no quiere verme y sus ojos todo lo contrario, mientras los veo llorar por dentro, con unas lágrimas que si existieran corroerían mi corazón, si también existiera. O existiese.

Y son otras noches, y quizás las faldas y los recuerdos, las cosas que entierran mi razón, o simplemente mi voluntad.

Ya no entiendo las miradas, a veces vacías, a veces tan llenas que no sé qué ver. Parece ser que ahora soy objetivo de algunas miradas de reojo y ya no soy cómplice de los susurros.

En fin. La insensatez.

29 de Mayo de 2014

 Lo que jamás pasó.


Puede no haber algo más bello que el cariño. El cariño es belleza.

De hecho, algo bastante superior.

Esta vez, el cariño incluso se impuso a muchas otras cosas, alentado por el valor que genera cierta estupidez. Un pequeño paréntesis en las vidas de cada uno. Un bonito recuerdo de algo que nunca llegó a existir. Todo lo que cabe en un paréntesis donde cada palabra escrita se convierte en un tabú.

Que el recuerdo no puede morir, que no quiere morir y que me niego a querer lo contrario.

Qué vueltas dan los recuerdos.

Enamorarse por un día es amor real. Que al día siguiente ya no exista, irónicamente, lo hace más real. Y espero que en otra ocasión, quizá, ella vuelva a poner su anillo sobre una mesa para recogerlo después, y que me pueda volver a enamorar sólo por un día, sólo por un día. Y que ese día vuelva a no haber existido nunca al día siguiente.

La felicidad se compone sólo de instantes, y me niego a olvidarme de ninguno de ellos, son breves y escasos.

Corre, escribe algo sin sentido antes de que el recuerdo huya de verdad y la verdad ya no exista y ya no sea el secreto de ninguno.

Tan amante de la emoción como yo. Yo, tan amante.

28 de Marzo de 2014

No se puede revivir en tu cabeza un olor, sin embargo, a veces al pensarlo tienes la sensación de casi olerlo. Otras la sensación de haberlo olido por un instante.
Esa sensación es demasiado.

No sabría cómo definir el conjunto de sentimientos que provoca.

Qué feliz fui.

Creo que ya no sé escribir, si alguna vez supe.  Necesitaba ese olor.

28 de Marzo de 2014

Me gustaría pedir perdón a las víctimas de mis emociones, incluyéndome a mí en último lugar.
 
Aunque no sé si me perdono.

Me debo otras disculpas.

28 de Marzo de 2014

Qué paradoja.

28 de Marzo de 2014

Qué tonto fui al creerme libre sin ti, cuando tú eres la libertad.
Un tonto con suerte,
cuya ignorancia
siempre cambia al verte.
Fuerte amor,
nunca inerte,
convierte a este idiota
en alguien decente.


Repentinamente,
todo diferente,
en mi mente,
como antes,
demente al escribir
cualquier cosa que invente
sobre ti.


Detente a pensar
el porqué
de lo que sientes
sobre mí.
Cuéntame qué hago
para que no quieras odiarme,
y así no olvide nunca
cómo hacerlo.

Cuéntame qué tengo
para que nunca me dejes ir,
y así lo guarde
para no perderlo.

Cuéntame qué digo
para que quieras escucharme,
y así lo escriba
para recordarlo.

27 de Marzo de 2014

Si eso que llaman amor existe más allá de lo fisiológico, creo saber algo.

Extrínseco a todo, existe desde que nos cruzamos. Cuando no existía aún en mí nada de lo que ahora me define. Cuando yo no era nada, nadie. Desde entonces existe. Por eso, nos queremos por encima de lo que éramos, de lo que hemos sido y de lo que somos. Nos queremos porque va más allá.

No tiene nada que ver con el tiempo ni tampoco con lo que éste arrasa, cambia o crea. Porque sigue existiendo y eso  sí que es algo que no cambia.

Quizá sí tenga que ver con el espacio, ya que igual que surgió al cruzarnos, así permanece si está cerca. Si se va, si me voy, no está entero. Si nos volvemos a cruzar, otra vez, sin importar el tiempo entre medias o los estragos causados, ahí vuelve a estar. Eso que si existe ella es dueña de la mitad.

26 de Marzo de 2014

Mirar fijamente esos ojos que, perdidos, aparentan no mirarme y tampoco ver los míos clavados en ellos. Ver bajo ellos esa sonrisa que, al darse cuenta, aparece casi contenida. Y que seas ese “casi” el que dispare la mía, que como un dominó, también entorna sus ojos.

Sin que nadie haya hablado, todo lo que en ese momento queda dicho, recordado, supera cualquier discurso jamás pronunciado.

3 de Marzo de 2014

TODO PARA EL PUEBLO

El monarca hablando sobre el pueblo a quien apenas deja hablar, dirigiéndose a él con una generalización establecida por sí mismo y una brusquedad, de las que quizás, o no, luego se arrepienta. Pero cualquier país sabe que las disculpas no ponen juntas de nuevo los trozos de un plato.
Y como siempre, la única motivación pasa a ser cumplir como pueblo para poder huir del reino cuanto antes. Mientras, fingir la falta de humanidad que clama existir, porque después de años de tiranía, guerras civiles e historias medievales de amor, el pueblo sabe que es la mejor defensa.
Ya queda poco, pero es tanto tiempo que las prendas desgastadas que los sastres han cosido para los días de frío se empiezan a confundir con la propia piel y parecen ser dificiles de quitar porque apenas se diferencia.

2 de Marzo de 2014

Nada acompaña las notas que rellenan la oscuridad que causa el vacío de esta habitación en la que las emociones parecen no poder propagarse.

Ni si quiera quedan metáforas detrás de las que esconder los delirios que no quiero contar y que no quiero guardar.

Y un papel en blanco me sostiene la mirada mientras se ríe de mí por no saber defenderme.

9 de Julio de 2013



Las noches de verano

Le habría escrito al menos un par de versos,
si fuera poeta.

Y si hubiera visto un cometa,
aquella noche habría sido un deseo.

Verla a ella donde ni yo me veo.

Ausente y ajeno
conocí de nuevo el veneno. 
El veneno que había en la copa,
o quizá que vino de su boca.

En cualquier caso
no hubo cometa,
ni verso,
y por su parte diría,
que tampoco deseo.

Through 2011/2012



Vanguardismo 
 

La tristeza inspira. Sin embargo, la felicidad expira la tristeza y con ella la inspiración.

Dadme una botella por la mitad y os la devolveré medio vacía.
Dadme un poco de miel y os devuelvo un panal de abejas.

Mentira. Qué manera de te quiero. Qué manera de disfruta y no tengas miedo. Qué manera de no hallar un pero. Qué manera de recogerte el pelo.

Sentir una respiración cerca de tu nariz.
Sentir unos párpados sobre tus mejillas.
Un sospechoso cruce de miradas que se evitan buscando encontrarse.
Escuchar que no me vaya.

Esnifaré cada gramo de aire que haya posado sobre mi cama.

Si alguna vez quieres verme feliz, recuérdame que tú lo eres.

.

Mentiras bajo las piedras. Las medias verdades las enredan las hiedras. Decepciones en granizo y almas de mierda.

A palabras necias, no me importan una mierda.

Os puedo ofrecer la sonrisa falsa más sincera del mundo.

Tus recuerdos brillan en la oscuridad.

Se llevaron la letra que me definía como poeta. Ya sólo queda lo de dentro, parte de mí que no encuentro.

.

Se me durmió el corazón del frío.

Y sólo el calor de su frío fue capaz de despertarlo. Ya no está igual, pero sigue vacío.

Empieza diciéndote que te quiere y acaba tu casa en llamas.

De donde surge un amor recíproco no correspondido.




2 de Julio de 2012

ANTIGUO REGIMEN II


Es siempre lo mismo.

Los ciudadanos, a veces bufones, a veces guerreros; simplemente humanos. No pueden disfrutar tranquilos del mínimo resquicio de libertad. Porque no la hay, porque no la tienen.

Caminan inseguros porque la seguridad es derrota. La dictadura del emperador, ilógica, sin principios, no da cabida a la tranquilidad de ser feliz. De disfrutar de la felicidad, que, a diferencia de su comprensión, sí existe después de todo.

Ser rebelde implica, esconderse; asentir y acatar ante una guerra en contra en contra de los que ni si quiera tienen opción de luchar.

Pero algún día, no habrá otro remedio que crear su propia independencia, con principios distintos: principios. Con sentido y éxito. Y aquel viejo dictador, emperador, no tendrá otro remedio que sonreír orgulloso e inconforme a unos hechos y a otros.

De momento, la única opción de la resistencia, es el exilio.

19 de Abril de 2012

Más o menos.

Tendría el pelo rojo a la luz y no muy largo, habitualmente recogido pero dejando colgar un mechón suelto a cada lado de la frente. Sería algo más alta de lo que yo soy ahora mismo y tendría unos grandes ojos color coca cola, con unas ojeras bonitas que a veces los acompañan, bajo los cuales adornarían su piel pálida un sutil caos de pecas claras desordenadas. Debería gustarle la música como a mí y sería muy tímida y vaga. Tendría una risa bonita, la cual nunca es demasiada y podrías escuchar horas, y, cómo no, habría de ir acompañada de una sonrisa de largo alcance y muy contagiosa, caracterizada por la gran sinceridad que le darían sus pequeños y mulliditos labios, que parecerían ser hermanos de sus orejas por el pequeño tamaño. Éstas últimas andarían posadas donde terminaría su cuello; suave, liso y perfecto. Provocador. Delicado. Delimitado por algún detalle colgado, que vaya con ella. Y escasos centímetros más abajo, tan provocadoras como su cuello, dos marcadas clavículas, una de ellas señalada por un lunar.

Más o menos, uno se puede hacer una idea.

25 de Febrero de 2012


Antiguo régimen.

Puto extremismo desproporcionado impropio y desmerecido. Putos cabreos que desembocan en esto, nada.

Qué hartura.

El emperador dicta, juzga y decapita a su propio criterio a los sabios o ciudadanos en su contra. El emperador puede traicionar porque los méritos anteriores ni si quiera son de fiar, no se pueden tener en cuenta. El emperador puede traicionar porque nunca fue tu amigo. El emperador puede traicionar porque cada error vale por miles de favores. El emperador traiciona, al parecer, por ser emperador, y por necesitar emperar por sus causas carentes de coherencia y lógica a cualquier precio, a sabiendas, o puede que ignorando que probablemente ya es una causa perdida. El emperador dicta, juzga, traiciona y decapita a su ilógico criterio.

15 de Diciembre de 2011

Hay momentos en los que todo da igual, en los que tu vida puede estar tendida
de un latido de corazón, que no es tuyo.

Hay momentos en los que sentir una respiración en tu nuca, sopla todo el resto de la existencia y en los que una canción, una canción escrita para ella, para ese momento, hace que ni siquiera el tiempo exista.

Pero el tiempo existe y es tarde.

3 de Diciembre de 2011

Más de ellas.

Y de hoy que ya no me queda nada que aprender, me llevo mil metáforas que se repiten, mil metáforas que ni a ti te apetece leer escuchar ni a mi escribir.

Propuse ahogar las penas, pero vi que nada era suficiente para ahogar nada. Pensé en ayudar con lágrimas, pero el frío las pararía y nada se ahogaría. No mataría neuronas de la estupidez, ni tampoco las de los recuerdos, quizás si alguna de silencio, alguna de  vergüenza, para colaborar con las lágrimas por la causa, dejando ver parte de mí a todo el mundo, seguro que sí, de esas mataría alguna si delante de ellos quito capas a la cebolla. Ahora vuelvo a no dejar que nadie se acerque, se sabe lo que hacen las cebollas sin piel de cerca.

No todo lo escrito tiene que quedar bien o ser bonito. De hecho cada cosa que escribo es peor.

Sólo es desahogarse, puede incluso no tener sentido, o solo tenerlo para mí. Puedo leerlo y reafirmar mi ignorancia, mi estupidez o yo que sé, mi aburrimiento, quizás el tuyo. ¿Por qué escribo? No lo sé. ¿Me desahoga? Pues tampoco. El desahogarse es relativo, lo cierto es que sienta bien escribir, pero la mierda sigue ahí. La intención de escribir esto es ninguna, exactamente la misma que la tuya al leerlo, estúpido.

Primera cosa en común.

Son cosas que van a quedar olvidadas, quizás convertidas en trigo, que algún día volveré a leer y diré, “Pero que idiota, no cambio.”

Necesito escribir. Aprender.

La tontería más grande, lo mejor que puede tener uno, la mayor estupidez es el optimismo.
Cuando nada va bien, cuando tu mayor don es un defecto, ¿quién desea que le vaya peor? Pues os lo digo; el optimista, yo, el estúpido e ingenuo optimista, recalco lo de estúpido. Si lo bien que le puede ir a alguien se mide del uno al diez, todos queréis que os vaya a más porque es lo mejor, ¿verdad? Pues he aquí mi estupidez, mi ingenuidad, mi optimismo: Soy yo el que en el fondo piensa que podría ser mejor que vaya a peor, ¿por qué? Porque cuando ya no pueda ser peor, cuando sea cero, ya no puede ser peor, a partir de ahí todo lo que pase sólo puede ser bueno. Una persona que es feliz 4, no es feliz, una persona de 7 u 8 le falta algo, tiene ganas de más pero ¿y el que no tiene nada, el que es feliz 0? Éste sólo puede ser cada vez más feliz, esto es ser estúpido, un yonki de la felicidad, la cual regalaba por conseguir más. Regalar felicidad para obtener lo mismo, contradictorio, vuelvo a recalcar lo de estúpido. Eso pienso, es optimismo porque si sólo puede ir a peor, es la forma estúpida de sacar el lado positivo, me sorprendo a mí mismo. Sé perfectamente que todo este rollo es mentira.

Por favor.

Yo era feliz 2, y mi idiotez hacía que valiese más que ese de 7. Me acostumbré a esa nota y vivía de esos dos puntos.

La tontería más grande, lo mejor que puede tener uno, la mayor estupidez es el optimismo.
Hoy, que no me queda nada que aprender. Dejar de ser estúpido. Volveré a poner piel en la cebolla y llorar volverá a ser de blandengues. Dejaré las metáforas, los nuevos documentos de texto, dejaré también otras muchas cosas y me acordaré de lo que sueño.

23 de Noviembre de 2011

Estupideces.


El ser humano, tan enganchado a la vida. No sé cuántos años viviré pero sé que no dejará de sorprenderme hasta el último día.

Dentro de todo lo que voy aprendiendo, ya sabía que el ser humano era “extraordinario”, eso todo el mundo lo ha oído, sabía que era egoísta, que en el fondo no es realmente malo. Pero lo es. Que cada uno es único, que todos tienen algo admirable, que tienen una historia interesante y que los humanos somos estúpidos, pero lo que he aprendido es hasta que punto somos estúpidos. Adoramos las sensaciones intensas, adoramos cualquier tipo de sensación intensa aunque nos haga daño, nos encantan las situaciones de peligro, la adrenalina, las sorpresas, hacer cosas malas, sentir que nos agradecen, agradecer, nos gusta por un lado que nos odien, en el fondo nos gusta odiar, nos encanta el amor, nos encanta el desamor. Nos gustan esas cosas siempre que sean intensas, uno se cree que quiere que desaparezcan sus preocupaciones, pero la mayor parte de él, en el fondo, es adicto a eso que lo preocupa, te aporta algo, te llena, es intenso, es puro, es de verdad, es vida, nos encanta el amor, nos encanta el desamor.

Los malos momentos te hacen fuerte y los buenos los compensan. Esperar algo que sabes que quizás no pase, te hace ingenuo. La fe es ingenuidad, el ingenuo es ignorante, y yo siempre lo digo, el ignorante es el más feliz. El ser humano es estúpido, nos encanta saberlo todo, nos encanta ser felices.
Nos encanta el amor, nos encanta el desamor.

11 de Noviembre de 2011

He aprendido que nunca puedes estar seguro de nada, que el mínimo resquicio de felicidad efímera puede esfumarse como el polvo que huye ante un suspiro. También he aprendido, que si lo único que haces es suspirar, las cosas que quieres volarán como el polvo y se las llevará el suspiro y caerán en otra persona, porque la felicidad es frágil y tiene un gran valor, del cual nadie se da cuenta hasta que ya no lo tiene, todo el mundo sabe la teoría. La felicidad es práctica.

Eso he aprendido ahora, y sin embargo, yo soplé a pleno pulmón algo que voló, soplé sin saber a qué soplaba, vi como aquello, ella, se movía hacia otro lado propulsado por los suspiros de mi inconsciencia, y sin dejar de mirarla jamás, vi también como se posaba en otro lado.

Después me di cuenta de a qué le había soplado, y ahora que eso voló, que no está, me limito a suspirar. Me limito a esperar a que un viento que sople de otro lado vuelva a poner en su sitio algo que no merezco.

¿Qué hago mientras? Estoy destrozando algunas de las pocas cosas que siempre han estado en su sitio, por trozos de felicidad fugaz que sólo serán recuerdos, trigo que se seca o que el viento se lleva, trigo rojo infinito, estoy vendiendo mi alma por una felicidad que con seguridad es falsa, que está limitada y que depende una nube o de unas cuantas gotas, pero que sin embargo, no dejando de ser felicidad, falsa y breve pero felicidad, es capaz de sacar las lágrimas más sinceras de un corazón lleno de polvo que
ni con suspiros se desprende.