Mamá, he ordenado mi habitación, no mires en mi cabeza.

La canción más triste sólo habla de cosas bonitas.

La sonrisa más bonita sale cuando no te apetece sonreír.

Las lágrimas más jodidas salen sin ninguna mueca en la cara.

Existen miradas más destructivas que cualquier explosión.

El amor es algo serio, pero es sólo para niños pequeños.

Pedir perdón debería ser más fácil para lo poco que sirve.

Un lugar, como cualquier recuerdo, puede llegar a doler.

Los monstruos no dan tanto miedo como echar de menos.

Ningún médico trata el síndrome de diógenes en el corazón.

Mamá, he ordenado mi habitación, no mires en mi cabeza.

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