12, o no sé, 15 de enero de 2015.

Las canciones tristes, ya no son tan tristes. 

Estoy tan cansado de pedalear para dar cuerda a la dinamo que enciende la sonrisa que parezco llevar.
Y es triste que consiga colocar a alguien detrás de ella, sin avisar primero que esta sonrisa funciona a pedales, que no puede alumbrar siempre, y que no podré evitar el accidente cuando se apague. Triste es que ya no haya música. Triste es que el día diferente no sea uno como hoy, sino lo contrario. Triste es que haya perdido la poesía, y hasta las mentiras más grandes.
 
Calla, 
no eres tú, 
no tienes nada que ver, 
ni ella, 
ni yo. 
Pero tampoco hay nadie que lo arregle, 
y cada vez mi corazón
—que hoy admitiré que una vez tuve
es más inerte.

 Reíd mientras juro 
 que no quiero vivir desenamorado, 
que no quiero vivir en este egoísmo;
que no eres tú, 
que no soy yo;
y que quiero que mi vida no dependa de mí. 
Que no somos nosotros. 
Que no sé qué pasa, 
y hasta olvidé que pasó. 

Nosotros, no somos.

Quiero, ser, o estar; 
porque empiezo a no conformarme con parecer.
No soy yo, 

o quizá sí. 
No eres tú, 
o quizá sí.

1 comentario:

  1. ¡Que no eres tú , que no soy yo!
    ¿Quién erizará entonces las palabras de la piel?
    Vivirá eternamente sumida en un desierto del no ser.
    Y el no ser será mas que la historia contada
    Y el no ser será.
    Mientras al que tu llamas yo, y al que otro llama tu
    muere en un quizás.

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