Por aquel dardo que apenas se alejó
o por ese rey que se puso en jaque
por error de nadie.
Felicito a ese yo, de otra dimensión,
que toca la música que disfruta,
que disfruta la música que toca.
Ese otro
que no sin miedo a querer
te ama como un valiente.
Los días como hoy
odio esa música
y me odio a mí.
Y sin embargo la escucho,
y sueño con tocarla.
Y en vez de aprender
lloro antes de dormir.
Otros días
disfruto la lluvia
jodiéndome el peinado,
dejando que se pierda mi mirada,
calando mis pensamientos
y durmiendo sin pensar de más.
Otros días
además de mi mirada
también pierdo mi tiempo:
contando el que ha pasado,
y a mí lo que me gustaría es perder mi tiempo
con el tuyo.
No sé explicar lo que es el amor
sin decir tu nombre,
así que tampoco sé cómo los que no te conocen
sabrán alguna vez qué es el amor.
Quizá no sepa lo que es el amor.
Quizá los que no te conozcan
nunca sabrán lo que es el amor.
Mañana seré feliz
hasta que me demuestren lo contrario.
He decidido que soy feliz
hasta que me demuestren lo contrario.
Y no voy a dejar que este yo
haga de ti
lo contrario.
"Cuando ustedes crean que saben algo, deben mirarlo de un modo distinto, aunque pueda parecer tonto o equivocado. Deben intentarlo. Cuando lean, no consideren solo lo que piensa el autor. Consideren lo que piensan ustedes. Muchachos, deben luchar por encontrar su propia voz. Y, cuanto más tarden en empezar, tienen menos probabilidades de encontrarla".
21 de enero de 2015
Ahora que tristemente ya he alcanzado la cima de la montaña rusa de mis emociones empapadas
puedo describir tranquilo lo que me de la gana, sin mirar, porque me da igual, porque me dais igual.
«Qué valiente, todo le da igual.»
«Pobrecito, no tiene nada que realmente le importe.»
«Qué lástima, perdió todo lo que le importaba.»
Seré adicto a la estupidez siempre que no sepa que, de hecho, es estupidez.
O no quiera admitirlo.
Porque hasta ahora la estupidez ha sido menos traidora que la sensatez o cualquier consecuencia de su supuesta existencia a mi alrededor.
En fin, que nos encanta el amor
que nos encanta el desamor.
puedo describir tranquilo lo que me de la gana, sin mirar, porque me da igual, porque me dais igual.
«Qué valiente, todo le da igual.»
«Pobrecito, no tiene nada que realmente le importe.»
«Qué lástima, perdió todo lo que le importaba.»
Seré adicto a la estupidez siempre que no sepa que, de hecho, es estupidez.
O no quiera admitirlo.
Porque hasta ahora la estupidez ha sido menos traidora que la sensatez o cualquier consecuencia de su supuesta existencia a mi alrededor.
En fin, que nos encanta el amor
que nos encanta el desamor.
-Mario Benedetti-
"
Sabes
gustavo adolfo
en cualquier año de éstos
ya no van a volver
las golondrinas
ni aún las pertinaces
las del balcón
las tuyas
es lógico
están hartas
de tanto y tanto alarde
migratorio
de tanto y tanto cruce
sobre el mar y retórica
y pretextos
y alcores
su tiempo ya pasó
lo reconocen
y a mitad de su ida
o de su vuelta
oscuras
cursilíneas
tiernitas de alas largas
se dejarán caer
como buscando
cada una su ola
terminal.
"
Sabes
gustavo adolfo
en cualquier año de éstos
ya no van a volver
las golondrinas
ni aún las pertinaces
las del balcón
las tuyas
es lógico
están hartas
de tanto y tanto alarde
migratorio
de tanto y tanto cruce
sobre el mar y retórica
y pretextos
y alcores
su tiempo ya pasó
lo reconocen
y a mitad de su ida
o de su vuelta
oscuras
cursilíneas
tiernitas de alas largas
se dejarán caer
como buscando
cada una su ola
terminal.
"
20 de enero de 2015
Qué extremo es, cuando sólo quedan recuerdos, o ni eso.
Y cuando la corriente,
que siempre ha sido continua,
se alterna
para continuar en otra dirección.
Y por casualidad
—algo en lo que no creo—
suena esta canción
que es como una nana;
una violenta que,
[si bien duerme una parte de ti,
le quita el sueño a la otra.
Y aquí estoy, sí, percatándome de que
"
Para entender mejor
cuán reaccionario
era Jorge Manrique
hay que desarrollar
el complemento de su tesis
o sea
todo tiempo futuro
será peor
"
, de hecho, hoy que repaso el pasado,
para variar,
me doy cuenta de la decadencia de las decisiones
que irremediablemente desembocan
en ese todo tiempo futuro que no puede ser mejor.
Así que, supongo, que habré de ser fiel a mi idea
de no arrepentirse de las acciones que en su momento
[fueron lo mejor.
Espero al menos no olvidar el pasado que, sin arrepentimiento,
o más bien sin concederlo,
representan lo mejor, no sólo de lo vivido,
sino de lo que queda por vivir.
Me gustaría prometer
y no prometo
que dejará de ser así.
Me gustaría prometer
y no prometo
tantas cosas.
Y, sin embargo, finalmente diré que me alegro.
Pero no por mí.
Y cuando la corriente,
que siempre ha sido continua,
se alterna
para continuar en otra dirección.
Y por casualidad
—algo en lo que no creo—
suena esta canción
que es como una nana;
una violenta que,
[si bien duerme una parte de ti,
le quita el sueño a la otra.
Y aquí estoy, sí, percatándome de que
"
Para entender mejor
cuán reaccionario
era Jorge Manrique
hay que desarrollar
el complemento de su tesis
o sea
todo tiempo futuro
será peor
"
, de hecho, hoy que repaso el pasado,
para variar,
me doy cuenta de la decadencia de las decisiones
que irremediablemente desembocan
en ese todo tiempo futuro que no puede ser mejor.
Así que, supongo, que habré de ser fiel a mi idea
de no arrepentirse de las acciones que en su momento
[fueron lo mejor.
Espero al menos no olvidar el pasado que, sin arrepentimiento,
o más bien sin concederlo,
representan lo mejor, no sólo de lo vivido,
sino de lo que queda por vivir.
Me gustaría prometer
y no prometo
que dejará de ser así.
Me gustaría prometer
y no prometo
tantas cosas.
Y, sin embargo, finalmente diré que me alegro.
Pero no por mí.
12, o no sé, 15 de enero de 2015.
Las
canciones tristes, ya no son tan tristes.
Estoy tan cansado de pedalear para dar cuerda a la dinamo que enciende la sonrisa que parezco llevar.
Y es triste que consiga colocar a alguien detrás de ella, sin avisar primero que esta sonrisa funciona a pedales, que no puede alumbrar siempre, y que no podré evitar el accidente cuando se apague. Triste es que ya no haya música. Triste es que el día diferente no sea uno como hoy, sino lo contrario. Triste es que haya perdido la poesía, y hasta las mentiras más grandes.
Calla,
no eres tú,
no tienes nada que ver,
ni ella,
ni yo.
Pero tampoco hay nadie que lo arregle,
y cada vez mi corazón
—que hoy admitiré que una vez tuve—
es más inerte.
Reíd mientras juro
que no quiero vivir desenamorado,
que no quiero vivir en este egoísmo;
que no eres tú,
que no soy yo;
y que quiero que mi vida no dependa de mí.
Que no somos nosotros.
Que no sé qué pasa,
y hasta olvidé que pasó.
Nosotros, no somos.
Quiero, ser, o estar;
porque empiezo a no conformarme con parecer.
No soy yo,
o quizá sí.
No eres tú,
o quizá sí.
Estoy tan cansado de pedalear para dar cuerda a la dinamo que enciende la sonrisa que parezco llevar.
Y es triste que consiga colocar a alguien detrás de ella, sin avisar primero que esta sonrisa funciona a pedales, que no puede alumbrar siempre, y que no podré evitar el accidente cuando se apague. Triste es que ya no haya música. Triste es que el día diferente no sea uno como hoy, sino lo contrario. Triste es que haya perdido la poesía, y hasta las mentiras más grandes.
Calla,
no eres tú,
no tienes nada que ver,
ni ella,
ni yo.
Pero tampoco hay nadie que lo arregle,
y cada vez mi corazón
—que hoy admitiré que una vez tuve—
es más inerte.
Reíd mientras juro
que no quiero vivir desenamorado,
que no quiero vivir en este egoísmo;
que no eres tú,
que no soy yo;
y que quiero que mi vida no dependa de mí.
Que no somos nosotros.
Que no sé qué pasa,
y hasta olvidé que pasó.
Nosotros, no somos.
Quiero, ser, o estar;
porque empiezo a no conformarme con parecer.
No soy yo,
o quizá sí.
No eres tú,
o quizá sí.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)