¿Qué día es hoy?

Hoy: Un día de aquellos
que creí haber dejado
bajo las montañas que escalé
para construir mi templo.

Aquellos días de no creer,
desde abajo, en que sabría
si quiera escalar.
Ni mucho menos
ver mi templo.

Hoy volví a salir de casa
condenado a enfrentar un día
que había dejado abajo:
condenado a condenarme
en nombre de todos los demás.

Os he obligado a despreciarme
sin saberlo. Vuestros ojos
me han gritado con mi voz
que deshaga mi compañía.

Hoy he bajado para reírme
de aquellos días,
porque la realidad gana:
vosotros sois inocentes,
y yo feliz, y afortunado.

Ficciones

Está escondida
entre muchas letras
nuestra historia.
Ya estaba escrita.

Sólo tenemos el algoritmo
para descifrar lo que ya sabemos
o podemos imaginar...
Pintar garabatos
con nuestras caras
que podrían parecerse a una foto
que algún día fue tomada,
y que está escondida
entre otro monton de fotos
que quizá tomamos,
probablemente no.

En nuestros bolsillos
no caben todas las fotos,
y sólo podemos mirar
el montón de fotos
que escogimos llevar en la cartera.

Para las demás fotos,
las escondidas
—historias perdidas
entre letras sin sentido—,
solo tenemos un lienzo en blanco
y un pincel con pintura transparente
con el poder de dibujar una historia
casi idéntica a una foto real,
—y para siempre, como tal—
y después guardarla bajo una llave
que solo tenemos nosotros.
Para que nadie más la pueda mirar
—como un recuerdo,
inventado:
no existió—.

Noviembres del SXXI

El peor enemigo de mí.


Hemos chocado
contra el muro de cristal
que nos separa.
Entre mareos y sutiles evidencias
que no termino de aceptar,
que me llaman y asustan.
Siendo sólo animales caprichosos
que actúan sin voz.


Sacados de contexto nos está pesando
la magia
al respirar.

No conoces el grosor de las páginas
del poemario que no te importa
                                               (o prefieres ignorar).
Pero voy a tacharlo todo y resumir
que el peor castigo y mejor remedio
es entender nuestros instintos.


Te busco porque si no estás
no puedo evitarte:
para convencerme de que los golpes
que da el yo que encierro
son inútiles, pero los oigo.
Como si la palabra “voluntad”
no existiera en ningún idioma,
como si le hiciera falta todavía
ponerle un nombre
al choque entre impulso y razón.



Ausencia es estar y no estar,
y al fin al cabo, acordarme de ti
es destruir tu olvido
para recordarme que no estás,
ni estarás.

Octubres del SXXI

El amor obsoleto cicatriza en callejones


Todo duele al pasear sobre cicatrices:
los callejones y los parques.  
       
Se ha llevado el horizonte
el contorno de  edificios que escalamos,
sin situar el punto de fuga
ni para situaciones de emergencia.    
       
Nos saludamos con una sonrisa,
cada uno en el otro andén
de la misma parada de metro,
esperando trenes en direcciones contrarias.

Y se cruzarán nuestros trenes,
quizá miradas, como siempre,
pero nunca más nuestros cables.

De nuestras noches —y distancia— en la misma habitación, exactamente.




hacerme la pregunta
que me sé incapaz de responder,
y sin embargo entender o imaginar la tuya
de renuente o imposible respuesta también

que si quisiera alzar explicación
no hallaría palabras para que preguntemos,
respondamos,
o entendamos

haber estudiado tu manera de quererme
sin buscar justicia,
haber asumido tu manera de odiarme
y entender tus sonrisas,
descifrar tus miradas,
transcribir tus gestos,
y sentir cómo no hablan el mismo idioma:
sentir que, aunque creo entender
tu sonrisa, tus gestos, y tu mirada,
no hablan mi idioma,
o no hablan el tuyo

saber que la justicia
no va a hacer el trabajo que no le toca
partiendo de su ausencia—,
y así, no por orgullo,
y sí contrariamente a la justicia,
necesitar la vida que entrego
o que dispongo a ofrecer
para no volar sobre un aire de infancia
preciosa,  individual, y onírica .



sólo pido dirigirte a mí
con el derecho a darte por aludida que te otorgas:
sin que yo aluda,
y sin que otorgue el derecho

05 de mayo de 2016



(m)e(s)cenas

He subrayado
junto con mis líneas
tu nombre
en fosforito.                                     (yo mismo lo escribí)

Te me apareces
en cualquier objeto de belleza
y te hago aparecer
para ahuyentar lo que contrista.

Estime els teus ulls
on sempre veig lluentor
encara que estiga fosc.

Ya he estado harto de todo
y he sido yo el despreciable,
concibiendo el remordimiento de conciencia
que descubre que no quiero tener a nadie
excepto a ti, sólo a ti,
mujer magnífica.

05 de mayo de 2016

Luciérnaga muerta.


Luciérnaga ciega,
perdida en el abismo,
no dejes de iluminar
a los que con tu luz
encuentran el mundo.

Luciérnaga ciega,
abre los ojos
que no sabes que tienes,
deja tu luz encendida
para no chocarte al volar

Luciérnaga ciega te diría...
...si no nos hubieras perdido ya
en tu propia oscuridad.