Todo duele al pasear sobre cicatrices:
los callejones y los parques.
los callejones y los parques.
Se ha llevado el horizonte
el contorno de edificios que escalamos,
sin situar el punto de fuga
ni para situaciones de emergencia.
el contorno de edificios que escalamos,
sin situar el punto de fuga
ni para situaciones de emergencia.
Nos saludamos con una sonrisa,
cada uno en el otro andén
de la misma parada de metro,
esperando trenes en direcciones contrarias.
cada uno en el otro andén
de la misma parada de metro,
esperando trenes en direcciones contrarias.
Y se cruzarán nuestros trenes,
quizá miradas, como siempre,
pero nunca más nuestros cables.
quizá miradas, como siempre,
pero nunca más nuestros cables.
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