Ripios para prosa. O noches ripio.
Toda esta nada llena el ansia por vivir que
me mata. Y estas calles, displicentes, me incomodan. Metaforizan la apariencia
de mi corazón: no son sinceras porque con solaz fingido no esconden nada o son muy buenas
haciéndolo.
He tocado notas más largas que sus
faldas. Y en el otro bando esperan o acechan a una desesperación más grande que
su ansia, sin importar el tamaño de su triste dignidad. Tras libaciones
tristes en tu honor como foráneo de tu vida sostengo el vaso tal cual observo el corazón
de esta selva: vacío.
Los pájaros de mi cabeza tienen el
nido en la tuya y me he arrancado las plumas para dejar por escrito que te echo
de menos. Ya no puedo volar, ya no puedo volver.
Creo que me confundí de pájaros silvestres y no hay migración con ida y vuelta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario