1 de Octubre de 2014



Todas las noches te busco de mil maneras,
en mil personas,
en mil canciones,
y con qué miedo a encontrarte.

Todas las mañanas tengo que olvidarte
porque duermo con una foto tuya
debajo de mis párpados.

Todas las tardes me encantaría odiar al tipo que te mereces,
en vez de odiar a cualquier persona
que no te merezco,
pero ¿dónde estás cabrón?

Todos los días tengo que acordarme                                                                     (y convencerme)
de cómo soy,
de por qué no somos.